Tengo la manía de escapar a sitios altos
cuando necesito desconectar,
como si la altura y todo eso
me hicieran olvidar.
Conozco mil y un rinconcitos
en los que he intentado escapar,
escuchando la lluvia, sonidos
que la naturaleza intenta crear.
Por eso cuando subo a las alturas
sólo consigo pensar,
¿está bien lo que hago?
¿a dónde me llevará?
Huir del agobio, los problemas
sólo necesito pensar,
pensarme mucho a mí misma
para volver a empezar.
Los lugares a los que escapo
de magia se suelen llenar,
se vuelven por un momento míos
y yo me intento camuflar.
Ríos, playas, miradores,
pueblos perdidos de la ciudad.
Lugares mágicos como yo los llamo
que esperando a que los conquiste están.
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