jueves, 31 de diciembre de 2015

Año nuevo, vida la misma

2015:
Un año con doble cara, 
De pérdidas y ganancias,
De triunfos y derrotas,
De lágrimas y sonrisas,
De abrazos y tortazos,
De amigos y familia.
Un año para perderme y encontrarme,
Para ser yo en toda mi esencia.
Un año lleno de experiencia(s)
2016: ¡SUPÉRALO!

sábado, 19 de diciembre de 2015

Soy yo, soy yo. Punto... y seguido

Soy de las que se levantan de un salto de la cama al oír el despertador. Soy de las que desayunan zumo en vez de leche. 
Soy de las que ríen desde las 8 a.m. Soy de las que cuando están solas en casa ponen la música a tope, se dan una ducha y bailan por casa con la toalla porque les da pereza vestirse. 
Soy de las que se tapan con la manta hasta arriba y hacen tardes solitarias de sofá y peli(s). 
Y también de las que cogen el coche y se van a la playa cuando esta oscureciendo. Sí, soy impulsiva, mucho.
 Soy de las que escriben, de las que cantan, de las que saltan. 
Mi pasillo mi escenario, mi móvil mis altavoces, 
mis paredes mi público. 
Soy de las que van caminando siempre que pueden, 
porque no hay nada mejor que sentir la brisa en la cara mientras suena música en mis cascos. Soy de las que aman los domingos. Soy de las que abrazan porque sí, de las que agradecen lentamente las sensaciones rápidas que me dan. 
Soy de las que quieren sin querer pero que no lo reconocen. Soy de las que observan, de las que conocen observando.
 Soy de las que preguntan mucho. Soy de las que aprenden de sus errores pero vuelven a cometerlos. Soy de las que imaginan, de las que pasan horas en mundos paralelos. 
Soy de las bordes, de las súper-bordes pero porque me encanta ver la cara de la gente cuando se pica.
 Soy de las que les encanta el deporte. Soy de las perezosas. 
Soy de las de cerveza, de las de tinto, de las de gin-tonic. 
Soy de las que aman la playa, y les encantan los paisajes de montaña. Soy de las optimistas, de las que ganan confianza fácilmente. Soy de las de viajar porque sí, de las que disfrutan del camino, y de las que coleccionan recuerdos. 
Soy yo, soy yo misma cuando paso muchas horas sola, 
cuando dejo salir a toda mi esencia a pasear.
  
Soy y seguiré siendo siempre que siga funcionando por impulsos.


martes, 15 de diciembre de 2015

Olores


El olor a hierba recién cortada, a lluvia sobre la tierra seca, a ropa recién lavada, a café por las mañanas, a panadería, a pasillo de hospital, a colonia Hugo Boss, a mar, a vida... olores que te hacen cerrar los ojos, sonreír, recordar... 
que te  devuelven personas, momentos, cachitos de vida que habías olvidado.
Un atardecer en la playa, un amanecer desde el tren, la lluvia en la ventana o una estrella desde un hotel... imágenes que te hacen cerrar los ojos, sonreír, recordar... te recuerdan que estás vivo, que has vivido y que deseas vivir.


jueves, 10 de diciembre de 2015

Contrarios


Ojalá tengas la suerte de vivir.

Y con vivir no me refiero a pasar por la vida.
Con vivir me refiero a vivirla, a agotarla, a disfrutarla.
A soñar, viajar y amar. Amar soñar que viajas. 
Soñar que viajas y amas. Viajar y amar que sueñas. 

Sentir y hacer que sientan. 
Conocer todas las sensaciones que puedas, las buenas 
y las menos buenas, las malas y las menos malas. 

El suave roce de la brisa del mar, 
el viento huracanado de la montaña más alta del lugar.
 Volar y tener un aterrizaje forzoso.
Necesitar y sentirte independiente.

Ojalá tengas la suerte de vivir en un mundo de contrarios. 
Porque a veces, los contrarios, son los que mejor encajan.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Detalles insignificantes

Agradecer, algo tan sencillo como decirles a las personas que nos marcan, que nos cuidan, que nos hacen sonreír que les queremos, que les estamos agradecidos y que son personas extraordinarias. 

Agradecer, tan sencillo y a la vez tan difícil, tan difícil no parecer interesado, cursi, enamorado...


Me encanta agradecer lentamente las sensaciones rápidas que me han dado, me encanta agradecer con gestos y abrazos más que con palabras, me gustan los detalles, me encantan los detalles. 

Me encantan los detalles pequeños que demuestran mucho. Una mirada cómplice, una sonrisa que guarda muchos secretos, un abrazo un poco más largo de lo normal, un "baja que estoy en tu portal", "necesitaba verte", "¿estás mal? ¿dónde estás? no te muevas, voy para allá".

Sí, puede que esté loca, locamente enamorada de los detalles, de las miradas, de las sonrisas...

No, no soy ninguna detallista empedernida, de hecho no soy nada detallista, nunca hago detalles salvo en ocasiones y con personas que los merecen; pero cuando regalo un detalle... se convierte en inolvidable, en una marca difícil de borrar. 
Y todo, porque me encanta agradecerles a las personas a las que quiero que me quieran, que me cuiden, que me marquen.. haciéndoles merecedores de mis detalles.

Así que piensa que si alguna vez te he dedicado una mirada cómplice, una sonrisa con secretos ocultos, un abrazo largo, o un detalle insignificante, es porque me has marcado, me has dejado huella y te estoy tremendamente agradecida.





sábado, 21 de noviembre de 2015

Tú y mis locuras

Que extraña manía de echarte de menos los días de lluvia, que extraña sensación de querer amarte los días de sol.
Que ganas de tumbarme en la playa contigo en las noches de verano, y de meterme en tu cama en las tardes de invierno.

Hablemos del tiempo que hemos compartido mirando las agujas del reloj contando los segundos que faltaban para vernos y de los minutos en los que flota nuestra mente en otra dimensión en la que estamos juntos antes de dormirnos. 
Hablemos del tiempo que queremos pasar juntos mirando las gotas de lluvia en el cristal de tu casa y compararlas luego con las de mi ventana, tumbados mirando al techo y observar los fuegos artificiales que saltan cada vez que te beso, o viendo como se mueven las nubes desde nuestro rincón favorito del mundo.

Hablemos de mí (contigo)
hablemos de ti (conmigo)
hablemos de nosotros
y hablemos de las ganas locas que tengo de salir corriendo y llevarte de la mano al borde de un acantilado para gritarle a los cuatro vientos que te quise desde nuestro primer cruce de miradas.



domingo, 15 de noviembre de 2015

Domingos

Apareciste un domingo normal
un domingo cualquiera, aburrido,
e hiciste que fuera extraordinario,
extraordinariamente atractivo
como lo son tus ojos
como lo son tus labios
como lo soy yo,
cuando estoy contigo.

Llegaste un domingo aburrido
y te quedaste conmigo
inventando nuestro mundo
bajo las sábanas ese domingo de frío
calentando nuestras ideas de niño,
nuestros cuerpos de adulto,
nuestro corazón anciano.

Anciano nuestro corazón
por el daño sufrido
sufrido el daño por algún amor aburrido
que se rompió un domingo de frío.


lunes, 2 de noviembre de 2015

Stand by

Te levantas un día y el único deseo que tienes es desaparecer un tiempo, empezar de cero, irte lejos de tu entorno, tu vida, tu ciudad, tus amigos, tu familia... dejarlo todo en stand by y salir corriendo, conocer un mundo que no conoces y que no te conoce, ser tú mismo, apagar el GPS de tu móvil, que nadie sepa dónde estás, ni siquiera tú, y así puedas encontrarte.

Pero no puedes salir corriendo porque tienes demasiadas normas que cumplir y no sabes dónde ir.

Sólo puedes apagar el móvil, estar sólo, descansar, pensar y desconectar de este mundo que te tiene preso.

jueves, 1 de octubre de 2015

Disfrutar

De la vida y sus errores, de echar vaho por la boca y del frio del invierno, de pisar hojas y saltar en charcos en otoño, de las flores y las tormentas en primavera, del calor y el mar en verano.

Disfrutar de cada esfuerzo, castigo y recompensa pero también de la pereza, de cada gota de sudor y cada "no puedo más", de las noches de fiesta y las mañanas de resaca, de cada catarro, de los abrigos, gorros y bufandas, del pantalon corto, el bañador y las chanclas.

De cada sonrisa y cada lágrima, de los amaneceres y atardeceres, de la playa y la montaña,  del sol y la luna, de cada amigo y enemigo, del éxito y el fracaso, de los tréboles de tres hojas, de estar seguro y de jugarse la vida.

Disfrutar de la vida.

Disfrutar hasta de la muerte.

domingo, 30 de agosto de 2015

Felicidad en estado puro

Hay momentos en los que lo único que te apetece es salir corriendo sin rumbo y sólo frenar cuando tus piernas digan basta; llegar a una playa desierta y sentarte a escuchar el sonido de las olas al romperse pero que acto seguido se unen a la anterior y vuelven a formarse; tumbarte en el césped y ver como las nubes se crean y destruyen, observar cómo cambian de forma y se unen unas con otras; salir a la calle el día más lluvioso del año y cerrar los ojos mientras cada gota te hace sentir vivo; colocarte en lo más alto de la ciudad y observar el horizonte; sentarte en un banco a ver pasar el tiempo; tumbarte en la cama y mirar al techo; o, simplemente cerrar los ojos mientras escuchas tu canción favorita.

Esos días en los que nada tiene sentido y necesitas escapar de la cárcel de cemento en la que vives, necesitas desconectarte y volver a empezar, necesitas un momento de soledad, sólo tú y tu pensamiento, fundirte con el mundo y sentirte vivo… y es que la sensación de estar vivo es la mejor del mundo ya sea empapado, muerto de frío, derrotado, seco de lágrimas o tras un orgasmo…


Y tras ese momento de soledad sientes como si el juego hubiera vuelto a empezar. "Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico...¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo.... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis… Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el Kama Sutra, las bolas chinas… Mejor que la nocilla y los batidos de plátano…Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio… Mejor que los andares de Emma Peel, Marilyn, la Pitufina, que Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford… Mejor que la cara B de "Abbey Road" , que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson… Mejor que Woodstock y las naves mas orgásmicas, mejor que los excesos del Marqués de Sade, Riambaud, Morrison y Castaneda… Mejor que la libertad. Mejor que la vida.”  (Este último fragmento pertenece a la película "Quiéreme si te atreves")


jueves, 30 de julio de 2015

En busca de la niñez

La infancia es esa etapa de la vida que toda persona añora, la simplicidad de un niño es lo que le hace feliz y es que, un niño es capaz de imaginar mundos maravillosos en los que no existen ni el dinero, ni el odio, ni la envidia; mundos en los que sólo existe el cariño y la paciencia, la familia y los amigos.
Un niño..., que envidiable, sin preocupaciones de ningún tipo, no piensa en el qué dirán ni en el si está bien o mal lo que hace; él simplemente lo hace, lo disfruta, lo vive...

Y, ¿para qué hemos nacido si no es para vivir? ¿para qué hemos nacido si no es para ser felices y disfrutar? Nunca pensamos en buscar nuestra felicidad por encima de todas las cosas y eso es lo que nos hace personas agobiadas, estresadas, con prisa, infelices... La verdad, es muy difícil dejarlo todo para ir en busca de la felicidad, pero un simple cambio en la forma de ver el mundo puede ayudar a encontrar un rayo de sol entre las nubes, un poco de blanco en el negro, un poco de felicidad entre el estrés. Tómate 5 minutos al día para pensar, para recordar, para imaginar mundos maravillosos (irreales, sí, pero ideales) y volver a sentir la felicidad de la infancia, la sensación de ser feliz con poco. A veces nos parece que la felicidad es algo que tiene que llegar de repente cuando no nos damos cuenta de que también podemos buscarla de vez en cuando.


viernes, 29 de mayo de 2015

La mala costumbre de acostumbrarse

Acostumbrarse, como todas las malas costumbres, es muy fácil, simplemente pasa, pasa que te acostumbras a una persona, a una sensación, a un lugar; pasa que no te das cuenta de que te estas acostumbrando hasta que lo estás tanto que ya no puedes dejarlo, es peor que una droga, no está en tu cuerpo, está en tu cabeza, y como ya sabes, la mente es impenetrable, es dura como una roca y las ideas no se modifican fácilmente... te persiguen siempre, son los comúnmente llamados recuerdos que te devuelven esa sensación, que te llevan a ese lugar y te traen a esa persona; esos recuerdos que te rompen (o que te dan fuerzas para seguir adelante, aunque normalmente sólo te hunden), y cuando estás roto en mil pedazos te das cuenta de que simplemente estabas acostumbrado y que las costumbres pueden cambiarse, conociendo un nuevo lugar, una nueva sensación o a una nueva persona; sólo hay una norma: no te acostumbres.




domingo, 17 de mayo de 2015

Esfuerzo-recompensa

Qué perfecto es todo cuando las cosas salen como sueñas, qué bonito es todo cuando no cuesta conseguir las cosas, y qué fracasado te sientes cuando intentas conseguir algo por todos los medios y nunca lo logras... la frustración cuando luchas por algo que nunca consigues es indescriptible.
Cuando llevas mucho tiempo luchando por un objetivo y cuando llega la hora de la verdad fracasas se te quitan  las ganas de seguir luchando o de iniciar una nueva lucha... pero la realidad es, que en ese momento en el que te sientes frustrado, es cuando debes levantar la cabeza y seguir luchando con más fuerzas que nunca, dejar a un lado tus pensamientos negativos y toda esa mierda e ir a por todas, callarles la boca a los que dijeron que jamás conseguirías tu sueño, que jamás llegarías lejos.
En ese momento en el que te sientes tan débil eres más fuerte que nunca, sacas fuerzas de debajo de las piedras porque rozaste la gloria por un instante y ese sabor tan amargo que te queda por no haberla alcanzado por completo se puede transformar en energía para un segundo salto en el que llegarás más alto, más lejos; un segundo salto en el que alcanzarás tu objetivo y con el que conseguirás las fuerzas para iniciar una nueva lucha.


Así que cuando te sientas cansado, frustrado, sin ganas de seguir luchando, levanta la cabeza y mira al cielo, mira a tu objetivo a los ojos y recuérdale que vas a por él, cueste lo que cueste lo vas a conseguir, no abandones tu lucha por una piedra que te hizo caer, saca fuerzas, dale una patada a la piedra y llega a la cima. Y recuerda que ningún esfuerzo es en vano, todo esfuerzo tiene su recompensa, y cuando se cierra una puerta, se abren dos.




domingo, 12 de abril de 2015

El amor

El amor puede empezar con una mirada, un gesto, un roce, una palabra o no empezar nunca.
El amor puede acabar con una mirada, un gesto, un roce, una palabra o no acabar nunca.
El amor, eso que nos hace flotar más alto que nadie o enterrarnos más profundo que nadie, reír más fuerte que una jauría de leones hambrientos o llorar tan fuerte como una explosión... pero seguimos buscando esa sensación de volar arriesgándonos y sabiendo que podemos caer en cualquier momento, porque ese tiempo que flotaste ha merecido la pena más que nada en el mundo y lo repetirías tantas veces como pudieras.
El amor es todo y no es nada, es compartir la vida, la cama, el aliento y los versos; es perder a unos por ganar a otros; es dejar que alguien te destroce sin que te importe porque te tiene flotando tan alto que puedes tocar el sol.
El amor es un amanecer y un atardecer, un paseo por la playa y por la montaña, una carrera de F1 y el caminar de una tortuga, el día mas caluroso del año y el más frío, un mar en calma y un tsunami, una canción y un simple verso, una noche de sábado y una tarde de domingo... 

miércoles, 11 de marzo de 2015

El tiempo

Vivimos en un mundo cronometrado, en el que cada segundo cuenta, en el que un minuto marca la diferencia entre llegar tarde o llegar demasiado temprano; en un minuto puedes pasar de ser la persona más feliz a la más triste; en un minuto puedes ganar a una persona o perderla para siempre; en un minuto; puedes nacer o morir... 

No queremos admitir que el tiempo nos controla, nos ahoga, nos presiona; no queremos aceptar que algo tan simple condicione nuestro día a día; pero sin embargo tampoco queremos cambiar nuestra forma de vida por una más tranquila en la que el tiempo no sea tan importante y  que tan solo marque la hora.
Y cambiar no es difícil, basta con observar a un niño al que no le importan los horarios porque es feliz cada minuto, porque no importa lo que va a hacer mañana sino sólo lo que está viviendo ahora; y así, con algo tan simple, es feliz, vive cada momento al máximo, tiene tiempo para todo lo que quiere porque nada le condiciona...come cuando tiene hambre, juega cuando se aburre y duerme cuando tiene sueño.
Ahora observa tu día a día... tienes muchas cosas que hacer... tantas que apenas tienes tiempo para ti, para disfrutar... y si no lo ves te propongo un juego: vete a un parque o a una calle de la ciudad y siéntate en un banco y tan solo observa, descubrirás que la gente no camina, corre; que no observan lo que tienen a su alrededor, sino que llevan la mirada fija en su objetivo y caminan hacia él.
Es triste que hayamos perdido el control de nuestras vidas hasta tal punto que no podamos disfrutarlas, pero aún puedes cambiar, puedes hacerte dueño de tu tiempo y relajarte, pensar, disfrutar, sentir...
Toma un día y vuelve a nacer, levántate y vive todo como si fuera la primera vez que lo vives, la primera vez que lo sientes.


  

martes, 10 de febrero de 2015

14 de febrero

Se acerca el día de San Valentín, puede que estés acompañado otro año más o sea el primero, puede que estés sólo otro año más o sea el primero... pero la peculiaridad de este día reside en que por muy acompañado o solo que estés, siempre te vas a acordar de una persona especial que, si has tenido mucha suerte, sigue a tu lado, y en el peor de los casos ya no está...

Todos recordamos a una persona especial en este día, esa persona con la que viviste momentos inesperados o demasiado esperados, con la que hiciste mil locuras o con la que no pudiste hacer ninguna, con la que despertabas cada mañana o deseabas acostarte a su lado cada día, con la que hablabas a diario o sólo de vez en cuando, a la que veías cada día o a la que nunca llegaste a conocer...

todos echamos de menos a alguien, que se fue, que no llegó o que le echaste de tu vida...
alguien a quien sigues queriendo a pesar de las circunstancias aunque no quieras admitirlo
alguien con quien recorrerías medio mundo o el mundo entero
alguien con quien hablarías mil horas sin un silencio incómodo
alguien a quien besarías incluso en tu peor día
alguien que con un "buenos días" es capaz de hacerte sonreír 
alguien por quien harías lo imposible 

y ese alguien aún está ahí fuera, y puede que tengas la oportunidad de recuperarle, así que no pierdas el tiempo y llámale, recupérale y no te arrepientas en un futuro de haber perdido al amor de tu vida.










sábado, 31 de enero de 2015

Pequeños momentos

Muchas veces creemos que en la vida hay que hacer cosas grandes para ser feliz, que hay que destacar por encima de todo y que hay que tener una meta clara que cumplir...

Pero no nos damos cuenta de que muchas veces no hace falta todo eso para ser feliz y disfrutar tu día a día (que al final es lo que hace que realmente tu vida merezca la pena), muchas veces basta con pequeñas cosas, pequeños momentos que te hacen feliz y que cuando los recuerdas se te dibuja una gran sonrisa en la cara o incluso se te escapa una carcajada.

Al final sólo cuentan esos momentos que supiste disfrutar al lado de personas importantes que te marcan, dejan una huella imborrable que te acompañará hasta el final. Por eso quiero una vida llena de carcajadas, de locuras, de emociones, de fiestas o de tardes de sofá y manta, pero con las personas adecuadas, con esas que me hagan ser yo y que me ayuden a avanzar, que no me pongan trabas, y que cuando en un futuro me ponga a recordar mi vida, estén a mi lado sonriendo conmigo por esos momentos que pasamos juntos.

Quiero sentir la brisa en mi cara mientras corro descalza por una colina mientras llueve; quiero ir a la playa un 31 de diciembre y tirarme al agua; quiero sentarme en un banco durante horas viendo como la gente corre mientras yo disfruto de mi momento... pero también quiero compartir esos momentos, escribirlos, recordarlos, revivirlos, pero nunca añorarlos, porque ¡qué mejor forma de vivir que olvidar el reloj y hacer lo que me apetece para ser feliz!

Te aconsejo que empieces vivir cada momento como si fuera el último, dile a las personas que te importan que las quieres, trágate el orgullo y perdona a aquellos que te fallaron en algún momento, y el más importante.. aprende a disfrutar las pequeñas cosas porque puede que en el fondo no sean tan pequeñas.




jueves, 15 de enero de 2015

Días de lluvia

Estás sentado en tu habitación mirando por la ventana ese día gris y lluvioso que esta al otro lado, y como cabe esperar en días como hoy, tu mente empieza a dar vueltas y comienza a pensar que el día es demasiado triste, que necesitas compartirlo con alguien mientras te abraza en tu cama, mientras te besa con ganas, pero sabes que no tienes a ese alguien porque o no lo has encontrado, o has dejado que se marchara; y entonces tu mente se vuelve gris y te deprimes, es la magia de los días de lluvia, que te hunden.

Pero aún así tu cabeza sigue pensando en esa persona, 

ese alguien que se fue o que le echaste de tu vida; 

ese alguien con el que eras tú mismo, 

con el que sonreías y reías a carcajadas, 

con el que compartías los días de sol pero también los de lluvia,

con el que el mundo era menos malo,

con el que no existía un "tú y yo" sino sólo un "nosotros"...

y lo único que te apetece es llamarle, decirle que le necesitas, pero tu orgullo es mas fuerte y te lo impide, aunque si consigues vencerlo quizá descuelgues el teléfono y marques su número, quizá esperes a que descuelgue, pero cuando oigas su voz... no podrás contestar y colgarás pensando en lo idiota que has sido, en que debes pasar página porque seguramente esa persona ya haya cambiado de libro.

Pero no eres capaz de no pensar en todo lo que vivisteis, por el simple hecho de que hoy, justamente hoy, llueve.





viernes, 9 de enero de 2015

Pequeñas grandes cosas

La vida es eso que pasa mientras piensas en si lo que haces está bien visto o no, en qué pensará este o aquel, si hablarán de ti o no... en resumen, la vida es eso que pasa mientras te preocupas de la felicidad de los demás con tus actos y no te preocupas de que tus actos te hagan feliz a ti; y, ahora, preguntarte a ti mismo si estás bien contigo mismo, ¡adelante! ¡inténtalo! pero la respuesta, si te eres sincero, me parece evidente y es NO, puede que ni siquiera seas feliz. Pero claro, ¿qué es la felicidad? la felicidad según la RAE es "Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien" o "Satisfacción, contento"; bien,  para mi la felicidad es sentirte bien con lo que haces, o mejor dicho hacer lo que haces para sentirte bien, para ser libre, para sonreír, para ser tú y no el vecino, para lograr tus sueños haciendo lo que tu cuerpo y tu mente te piden en el momento en que te lo piden, no lo dejes pasar, puede que mañana sea demasiado tarde para sentirte bien o para hacer lo que te apetecía. 
Así que la felicidad es eso: hacer lo que quieres cuando quieres y porque quieres, y ese es el propósito mas sencillo y a la vez mas difícil de cumplir hoy en día... estamos atados a personas, lugares, obligaciones, horarios, miedos, estereotipos, barreras... como quieras llamarlo, pero no eres libre y lo sabes, así que ¿por qué no dejas de escuchar lo que te rodea y te escuchas a ti mismo? quizá un día te apetezca bailar, gritar, follar, nadar, comer, cantar, dormir, beber, o quizá simplemente te apetezca sentarte y escuchar el mar, tu canción favorita, ver una película, correr bajo la lluvia, observar un amanecer o decirle a alguien "te quiero", "lo siento", "gracias",... yo te animo y te invito a que lo hagas, a que seas feliz, a que intentes ser libre; porque te parecerá una tontería pero en el momento en el que sonríes por esas pequeñas cosas, eres libre, eres tú, estas disfrutando de tu felicidad.
Así que, querido lector, que no te importe lo que digan y aprende a disfrutar las pequeñas cosas porque, aveces, son las más grandes.