domingo, 30 de agosto de 2015

Felicidad en estado puro

Hay momentos en los que lo único que te apetece es salir corriendo sin rumbo y sólo frenar cuando tus piernas digan basta; llegar a una playa desierta y sentarte a escuchar el sonido de las olas al romperse pero que acto seguido se unen a la anterior y vuelven a formarse; tumbarte en el césped y ver como las nubes se crean y destruyen, observar cómo cambian de forma y se unen unas con otras; salir a la calle el día más lluvioso del año y cerrar los ojos mientras cada gota te hace sentir vivo; colocarte en lo más alto de la ciudad y observar el horizonte; sentarte en un banco a ver pasar el tiempo; tumbarte en la cama y mirar al techo; o, simplemente cerrar los ojos mientras escuchas tu canción favorita.

Esos días en los que nada tiene sentido y necesitas escapar de la cárcel de cemento en la que vives, necesitas desconectarte y volver a empezar, necesitas un momento de soledad, sólo tú y tu pensamiento, fundirte con el mundo y sentirte vivo… y es que la sensación de estar vivo es la mejor del mundo ya sea empapado, muerto de frío, derrotado, seco de lágrimas o tras un orgasmo…


Y tras ese momento de soledad sientes como si el juego hubiera vuelto a empezar. "Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico...¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo.... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis… Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el Kama Sutra, las bolas chinas… Mejor que la nocilla y los batidos de plátano…Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio… Mejor que los andares de Emma Peel, Marilyn, la Pitufina, que Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford… Mejor que la cara B de "Abbey Road" , que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson… Mejor que Woodstock y las naves mas orgásmicas, mejor que los excesos del Marqués de Sade, Riambaud, Morrison y Castaneda… Mejor que la libertad. Mejor que la vida.”  (Este último fragmento pertenece a la película "Quiéreme si te atreves")