Cuando llevas mucho tiempo luchando por un objetivo y cuando llega la hora de la verdad fracasas se te quitan las ganas de seguir luchando o de iniciar una nueva lucha... pero la realidad es, que en ese momento en el que te sientes frustrado, es cuando debes levantar la cabeza y seguir luchando con más fuerzas que nunca, dejar a un lado tus pensamientos negativos y toda esa mierda e ir a por todas, callarles la boca a los que dijeron que jamás conseguirías tu sueño, que jamás llegarías lejos.
En ese momento en el que te sientes tan débil eres más fuerte que nunca, sacas fuerzas de debajo de las piedras porque rozaste la gloria por un instante y ese sabor tan amargo que te queda por no haberla alcanzado por completo se puede transformar en energía para un segundo salto en el que llegarás más alto, más lejos; un segundo salto en el que alcanzarás tu objetivo y con el que conseguirás las fuerzas para iniciar una nueva lucha.
Así que cuando te sientas cansado, frustrado, sin ganas de seguir luchando, levanta la cabeza y mira al cielo, mira a tu objetivo a los ojos y recuérdale que vas a por él, cueste lo que cueste lo vas a conseguir, no abandones tu lucha por una piedra que te hizo caer, saca fuerzas, dale una patada a la piedra y llega a la cima. Y recuerda que ningún esfuerzo es en vano, todo esfuerzo tiene su recompensa, y cuando se cierra una puerta, se abren dos.
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