lunes, 29 de mayo de 2017

Luna de plata

Querida Luna de plata,
siempre me has hecho falta.

Tu dulce piel de porcelana,

tus imperfecciones que te hacen tan guapa,
hasta sin filtros, desmaquillada.

Benditos lunares de tu espalda,

que nunca conoceré
y no por falta de ganas.

Tan suave, tan iluminada,

cuando sale no puedo dejar de mirarla.

Tan eclipse, tan sonrisa ancha,

cuando falta, no dejo de buscarla.

Querida Luna de nácar,

los atardeceres te tiñen de naranja,
y aún con tintes, sigues siendo fantástica.

Siempre soplo las nubes intentan taparla,

aunque entiendo que no dejen de envidiarla.

Tan perfecta su esfera, tan exacta,

ni con lupa te veo dañada.

Tan cráter, tan tuya,

has hecho que tus cicatrices sean como esmeraldas.

Querida Luna llena,

sigue apareciendo una vez al mes,
para que me sienta nueva.

sábado, 6 de mayo de 2017

Metamorfosis

Casi un año después puedo decir que he acabado 
(casi casi) mi metamorfosis.



Este año ha sido una etapa de transición,
de centrarme en mí, 
de ser egoísta, 
de dejar de hacer las cosas para el resto,
de mirarme al ombligo.

Si miro a mi yo de hace un año
casi no lo reconozco.
No he cambiado tanto en la forma exterior,
puede que nadie note mi transformación, 
pero lo que a mi YO (egoísta) se refiere... 
he cambiado mogollón.

Sobre todo, el cambio más importante, 
ha sido aprender a quererme
desenterrando mi ego, 
siendo capaz de mirar un objetivo 
fijamente a sus ojos amenazantes
y lanzarme 
creyendo que puedo conseguirlo.

Porque siempre quiero más,
veinteañera inconformista,
insaciable, demasiado exigente.

Creer que puedo conseguir 
cualquier cosa que se pase
por mi mente furiosa.

Querer mucho al mundo 
pero a mí misma el doble.
                        Valorarme.

Todos deberíamos tener una etapa de transición,
lenta, larga y completa.

Para querernos antes de intentar que nos quieran.
Para ser felices antes de buscar la felicidad.
Para conocernos antes de intentar que nos conozcan.

Casi un año después de una época complicada
puedo decir que he tenido muy pocos días malos
desde que llegué al 50% del cambio,
que ha sido difícil a veces,
pero que ha merecido la pena
y la merecerá más aún (si puede).

Casi un año después de una época complicada puedo gritarle al mundo 
que soy feliz, 
que estoy (casi casi) completa, 
que me conozco al 89%
y que se prepare, 
porque me quiero un montón 
y no me va a parar nadie.