jueves, 29 de diciembre de 2016

Luces

Luces.












Hay luces que más que iluminar me nublan.
Mil a mi alrededor que no me marcan ningún camino
y me los marcan todos.

Es una locura,
no puedo dejar de pensar qué me espera
tras cada farola,
y tras cada estrella.

Es emocionante mirar por la ventana
y que haya una mezcla de luces de colores 
que sólo se ordenan si me pongo las gafas.

Imagínate que un día se apagan todas las luces
y te pones a bailar.

Imagínate que cuando estés
realmente perdido en la oscuridad
consigues encontrar(te) el camino.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Y entonces, vuelves

Y de repente cuando ya creía que te había olvidado, 
cuando ya había cambiado de página, 
de libro, incluso de autor,
vuelves.

Vuelves a enviar un mensaje, 
a mirarme me desde el otro lado de la calle, 
desde un bar, desde tu coche.

Vuelves acelerar mi corazón,
a ponerme nerviosa,
a hacer trabajar a mi memoria
para recordarme
que no pude deshacerme de todas tus cosas,
porque aún no has vuelto a por ellas.

Es un "tira y afloja" de esos
en que una parte de mi se traga el orgullo
y reconoce que te echa de menos
pero otra parte prefiere atragantarse con él.

Me repito una y otra vez
que este libro tenía el final sin acabar
pero que no sé ni por dónde empezar
y que tampoco sé si quiero volver a abrirlo
y mucho menos a leer la primera página.

Me gusta mi vida ahora,
el libro que escribo en el que no aparece tu nombre, 
por eso te maldigo mil veces
preguntándome por qué coño tienes que volver ahora
a donde empezó todo,
a donde no acabó nada.

Por qué vienes a recoger tus cosas 
ahora que todo me va bien.
Y porque te empeñas en tomar aquel café
que prometimos que no se quedaría frío,
y  más bien se congeló.

Tú vuelves y yo me quiero ir, 
salir corriendo y no mantenerte la mirada, 
no vaya a ser que se me escape una sonrisa
como hace diez años
cuando nos decidimos a escribir 
la primera palabra de nuestro, 
por entonces nuevo, libro.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Ese fuego ya está apagado

Hace tiempo que no hablamos,
ya apenas nos escribimos
y ya ni te cuento el tiempo que hace que no nos besamos.

No tiene por qué ser malo, estábamos destinados
a perdernos, para reconocer que un día nos amamos.

Amor fugaz de una noche de verano,
de una mañana de mayo,
y de aquella tarde de enero.

Bonito lunar el de tu pie izquierdo,
casi mejor que el de tu moflete derecho.
Apenas te conocía por dentro,
pero me sabía todos los defectos de tu cuerpo.
Recorrernos enteros como ciegos
mejor que con los ojos abiertos.

Comernos despacio y llegar al cielo,
subir más alto que veinte rascacielos.
Era nuestra costumbre, nuestro mejor juego
y ahí tuvo que llegar el tiempo y joderlo.

Sé de sobra que cuando nos vemos
pensamos en volver a juntar nuestros cuerpos,
escuchar la música que sale de ellos
como una aurora boreal en pleno julio,
destellos de placer, sólo eso.

Donde hubo fuego quedan cenizas y,
las nuestras, aún están encendidas.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Golpe de martillo

A golpe de martillo aprendí que hay personas sol y personas luna, que las hay que te he echan sal en las heridas y las hay que te endulzan la vida, están los que te cogen la mano y tiran de ti y los que simplemente caminan a tu lado, están los que arrancan rosas por ti y los que te llevan a un jardín lleno de ellas cada vez que quieren hacerte sentir especial, están los caballeros sin caballo y los que por montar caballos se creen caballeros, los que piden comida para llevar si te invitan a cenar y los que te preparan el desayuno, los que te levantas y se han ido y los que te despiertan con besos en la espalda, los que te tratan mal para que te "enganches" y los que esperan enamorarte con pequeños detalles, los que hablan mal de ti con sus amigos (pero se mueren si olvidas llamarles) y los que no hablan por miedo a que ellos también se enamoren de ti, los hay de una noche que olvidas y los hay que creías olvidados hasta que los ves una noche, los hay huracán y los hay brisa, los hay que duelen y los hay que te regalan sonrisas, los que ponen tu vida patas arriba y los que tienen miedo a perderse en el desorden, los hay que mienten a ratos y los hay sinceros a saco, hay príncipes azules y también sapos verdes, los hay que te sorprenden cada día y los hay que guardan sorpresas para unos pocos días, los que están por estar y los que realmente quieren estar.

Y luego está ÉL, sí, en mayúsculas.

El que no sabes qué tiene pero lo tiene, ese que pase el tiempo que pase sabes que podrías volver a engancharte, ese al que no puedes olvidar por muchas copas que tomes o por muchos sapos que beses, el que te hace volar con los pies en el suelo, el que te sigue poniendo nerviosa cuando le tienes delante, el que te echa piropos porque le encanta el color rojo de tus mejillas, el que te puede hacer llorar pero de alegría, tu complemento, del que jamás te cansarías aunque no seas una romántica empedernida, el que te viene a la cabeza cada vez que relees estas líneas.

martes, 1 de noviembre de 2016

Adicciones esenciales

Vértigo es saltar desde lo alto de tus piernas 
sin paracaídas y con los ojos cerrados.

Muero por sentirte cerca y leer tu cuerpo
como si estuviera escrito en braille.
Tengo que memorizar todos los tus lunares
por si mañana tengo examen
o me despierto y ya no estás en mi cama.

Prometo intoxicarme cada noche
 con una sobredosis de tus labios.

Beberte la mirada hasta que se acaben las lágrimas.

Morderte los labios y dejarte mis dientes tatuados.

Abrazarte tan fuerte que te falte el aire por un instante.

Matarme contigo si decides lanzarte al vacío para huir a Marte.

El día todavía no ha empezado y ya te echo de menos,
pero me encanta observarte ahí tumbado;
mientras sueñas… soñamos.



martes, 18 de octubre de 2016

Quiero ser ladrona




Cuando sea mayor
quiero ser ladrona
pero no una cualquiera, 
a mi no me detendrán.

Robar joyerías, coches o bancos no es mi estilo. 
No soy ninguna pirata temida.




Quiero robar sonrisas en funerales,
besos en ascensores (y en portales),
bailes en entrevistas de trabajo,
saltos de alegría en rascacielos,
el reloj a los que tienen prisa,
abrazos por la espalda en la cola del paro.


Ladrona de emociones fuertes,
de detalles insignificantes,
de esos que alegran el día a alguien.

domingo, 9 de octubre de 2016

Lista de deseos antes de emprender el vuelo

 
Olor a café recién hecho por la mañana,
llegar a casa y que tu comida favorita
esté humeante sobre la mesa,
poner la música en modo aleatorio
y que suene esa canción que te vuelve loco.

Taparse hasta los ojos para huir del frío,
abrir la ventana al despertar y ver el cielo,
sentir (un día a la semana) la brisa marina
gritar bien fuerte desde la cima de una montaña.
Llorar mientras escribes una carta
(aunque sabes que nunca vas a enviarla),
decirle al despertador: "cinco minutos más"
y quedarte en la cama,
que te despierten con besos en la espalda.

Cumplir una promesa que parecía una locura,
no poder olvidarte nunca
porque eres mi día a día
y sin ti todo se volvería ruina.

Caminar en pelotas por tu pasillo,
bailar y cantar como si hubiera público,
correr descalzo sin tocar el suelo...
 
Pequeños placeres que hay que aprender a disfrutar,
como si no hubiera mañana.
 
 




Porque somos mariposas que,
un día,
echarán a volar

martes, 27 de septiembre de 2016

El efecto de la luna llena



Todavía me sorprende el efecto que la luna,
cuando está llena, tiene sobre mí.



Similar al que tiene sobre las mareas,
subidas y bajadas que me hacen sentir.

Como aquel hombre furioso que se convierte en lobo,
cuando la miro fijamente mi mente se vuelve eclipse.

Y aún no entiendo que tiene el brillo de esa esfera
que de niebla me llena las ideas,
pero a mí, la luna llena, no me convierte en sirena
me saltan las alarmas y no puedo dejar de mirarla
pero no aúllo para que no me explote la garganta.

Ella me hechiza como por arte de magia
y entonces, por un tiempo, ya no puedo olvidarla.

Me pausa y me excita, me aturde y me tranquiliza
como si en vez de luz desprendiese cafeína.

Droga blanca y barata esa luna
que engancha más que la cocaína.

Y ese brillo tan adictivo que tiene ella,
¿Sabes quién más lo tiene? Adivina

Mírate cualquier noche que no salga la luna llena
y entenderás por qué no dejo de perder la cabeza.

martes, 20 de septiembre de 2016

Cazadores furtivos

Como si se nos fuera en la vida en los portales 
regalando palabras que jamás volveremos a pronunciar
intentando encajar piezas de un puzzle incompleto
y por mucho que forcemos, créeme, no van a encajar


Como locos haciendo un corazón con retales
sin hilo ni aguja sin ni siquiera pensar
locos por algo parecido al miedo
de quedarnos solos y ver la vida pasar


Como lobos hambrientos que buscan ser felices
que corren tan ciegos que se van a matar
no saben que nunca llegarán al cielo
como mucho se quedarán en el fondo del mar


Y así nos va a los cazadores
robando los besos que no podemos comprar
algunos ingenuos me llaman fugitivo
fugitivo, como mucho, huyo de amar





lunes, 5 de septiembre de 2016

Verano

Es tan efímero que se deshace entre mis dedos como si de polvo se tratase, 
casi etéreo, de otro universo. 
Volcánico, explosivo quizás, tan fugaz como una estrella. 
Y aún así alberga millones de galaxias
(algunas ya apagadas y otras que acaban de ser encendidas).
Fotografías que van perdiendo color por culpa del sol aunque a veces es mejor olvidar algunas de ellas. 

Tornados que no hacen más que arrastrar piedras al camino, 
amores de una noche cálida que ya se han quedado fríos. 
Horas, libros, películas, cafés que se quedan olvidados mientras playas, cervezas, fiestas e instantes los van sustituyendo.
Tan irregular, tan correcaminos, tan cielo, tan mar...
Como una gota de lluvia corriendo por el cristal.
De aquí para allá, todo el día deambulando.
Parece que no ha empezado y joder, ya se ha terminado.
Aún queda arena en la mochila de la playa, pantalones cortos que quieren seguir viendo la luz hasta octubre, helados que rabian por derretirse, olas que esperan ser saltadas, planes que tendrán que esperar, viajes que no se lograron y millones de recuerdos que te servirán de reserva para el invierno.



Fugaz, 
efímero
y etéreo
verano 
que
ya 
se 
deshace 
entre 
mis 
aún 
cálidas 
manos.

domingo, 28 de agosto de 2016

"El juego de la vida"

Supongo que le juego funciona así, 

cuando estás en racha lo pierdes todo en una partida, 

cuando vas perdiendo y te desesperas llega una buena jugada y empieza tu racha.

Bucle repetitivo que te mantiene enganchado al juego de la vida.

Cuando ganas tienes miedo a perder y cuando pierdes sólo deseas volver a ganar.

Y, la banca, no lo olvides, siempre gana. 

Sólo te mantiene enganchado el tiempo necesario para que no ganes demasiado, 
para que no debas ni un centavo, para que te mantengas en la sala y atraigas a nuevos jugadores.

La banca siempre gana, la vida siempre gana. 

Nos acaba venciendo, 
cuando estamos en racha nos frena para que no ganemos y,
cuando perdemos demasiado, nos salva para que no nos marchemos. 

Y así crea un círculo vicioso del que ni siquiera ella puede salir. 

Maldita suerte del principiante en el juego de la vida,
maldita suerte del que gana, 
del que pierde, 
del que hace trampa, 
del que vive. 

Maldita banca que nos engancha y nos hace perder más de lo que podemos pagar, 

nos hace tener deudas que jamás podremos saldar. 

Sólo te queda cambiar de casino y esperar que no te vuelvas a enganchar al juego que es la vida.




viernes, 19 de agosto de 2016

Tatuajes

Me encantan las cosas implícitas,
los acertijos, la complicidad,
los mensajes en botellas, la verdad
el silencio es tan bello...si no lo escucháis...callad.

Las historias más bonitas son las que se mandan tatuar
mensajes implícitos en tu piel que muestran la realidad,
que maravilla tocarlos y sentir felicidad.

Recuerdos, cicatrices, que sólo tú entiendes, nadie más.
No le cuentes a casi nadie lo que significa de verdad,
lleva tu tatuaje para disfrutarlo en soledad.

Maravilloso pintar tu cuerpo con eternidad
y, por un instante, poder volver atrás.

Odio a los que se tatúan sin pensar,
los que gastan su cuerpo sin una historia que contar,
por seguir las modas o alegrar a los demás.

No manches tu cuerpo con tinta 
de la que probablemente te arrepentirás, 
espera a tener una historia 
que merezca la pena recordar.


miércoles, 27 de julio de 2016

Ella

Ella es distinta y parece un acertijo, rompecabezas
más compleja que una ecuación sin solución.
Pero la conozco, me sé sus rutinas,
sus manías, sé a qué saben sus sonrisas
y sus lágrimas, sé que cuando conduce
calcula los segundos que le quedan a un semáforo,
le gusta llevar la música en volumen par,
se mira cada mañana en el espejo, después de ducharse, y sonríe
Se quiere más y mejor de lo que nadie podrá hacerlo jamás.
Desayuna temprano y ligero, bebe el café en taza a media mañana
casi frío y en taza alargada, no vale cualquiera,
le encanta abrir las ventanas y sentir la brisa sin salir de casa.
canta mientras cocina, recoge o camina por la calle.
Cuando cree que no la miro baila, salta, grita.
le encanta caminar desnuda por casa, dice que se siente libre,
como sacada del cine.
Y a mí me encantan sus manías, su perfeccionismo cuando es imperfecta
y cuando se vuelve loca.
Me encanta imaginar lo que pasa por su cabeza
aunque sé que nunca llegaré a conocerla

viernes, 15 de julio de 2016

Mentalidad de líneas

Si algún día lees mis líneas sabrás que eres culpable de, al menos, la mitad de ellas.
 Mis líneas no existirían si no llegas a cruzarte en mi camino para llenarlo de curvas, baches y caídas.
 Así que gracias por el daño y por obligarme a esforzarme para salir de tu vida. 

Como un laberinto lleno de secretos, me encontré con algo maravilloso en cada esquina (que nunca hubiese encontrado si no llego a estar huyendo de ti). 

Gracias a tu mente cerrada, acaparadora, poco compatible con la mía o demasiado simple, encontré mentes que me dieron alas, me abrieron los ojos y me enseñaron mi mundo desde el cielo antes de que me adentrara en el suyo.


Mentes que me hicieron pasar de cero a cien y otra vez a cero en un segundo, intensidad huracanada de esa que me encanta. Me dieron sensaciones rápidas, fugaces, de esas que me gusta agradecer lentamente. Me enseñaron a subir a lo más alto y no me hicieron caer, me quitaron la venda de los ojos y la usaron como torniquete de las heridas ( aún sangrantes) que tú me dejaste como único recuerdo.

Antes me encantaban la líneas rectas, simples, fáciles, tranquilas. Y ahora, gracias a ti, me encanta el riesgo, los baches, las curvas y las mentes complejas que ven más allá del horizonte ( y me llevan hasta él)

miércoles, 6 de julio de 2016

Primera vez

No creo en eso de que siempre hay una primera vez
puede haber miles o ninguna
Te quedan tantas primeras veces...
aunque aún no te has dado cuenta

La primera vez que mires a los ojos de alguien
y veas más allá
La primera vez que alguien te mire a los ojos
y vea más allá
La primera vez que te mires a los ojos, con alguien
y sientas más allá

La primera vez que beses al amor de tu vida, sabiendo que lo es
(tu hijo, tu pareja, tu madre, tu amiga o tu mascota)
La primera vez que saltes al vacío, sin paracaídas
pero sin miedo
La primera vez que te levantes sintiendo todo
más que nunca
La primera vez que te fijes en que todo lo que te rodea
puede ser bello

La primera vez que despidas a alguien
que creías que nunca se iba a ir
o que ames tanto y tan fuerte
que incluso duela


La primera vez que hagas un viaje solo
y sin avisar
La primera vez que salves el mundo
con un pequeño gesto o en tu cabeza

La primera vez que conozcas a un desconocido
y sientas que llevabais conectados mucho tiempo
y la primera palabra/beso/abrazo/mirada
que le concedas

Y tantas otras primeras veces
que aún te quedan
Y tantas otras no primeras veces
que aún te quedan

Porque nunca harás todas las cosas posibles
(y, si las haces, disfruta también
de las últimas veces)
viajar a Saturno, comprar una estrella
olvidar a una persona importante
por completo

Por completo es improbable,
a no ser que te falle la memoria,
por primera vez,
y te salve


viernes, 1 de julio de 2016

Nunca quise olvidarte, pero me va haciendo falta

He visto amaneceres intentando hacerle competencia al brillo de tus ojos; y también a tu mirada.

Observo atenta el pulso entre carreteras y tus caderas, compitiendo para ver quién tiene las mejores curvas.

Árboles que echaron raíces (bien profundas) para que tú, huracán no los arrancaras.

Nunca quise olvidarte, pero me va haciendo falta.
Tu olor en mi cama, a veces, todavía me mata.
Miro las estrellas y sólo veo los lunares de tu espalda.

Qué sabrán lo que es tener miedo cuando no te tengo, 
despertar por la mañana llorando por si te pierdo.
Ya nada tiene gracia, nada me causa sentimiento;
ni los pájaros, ni los rascacielos, ni los lamentos.
Ya no aprecio el arte porque nada se compara a tu cuerpo, 
no veo amaneceres por si aparecen recuerdos, 
ya no subo en ascensores, no salgo a dar paseos.

 Es como un tornado lo que tengo adentro.
Aventuras que no duraron más que un invierno,
ese fuego que sentimos ya se convirtió en incendio.

Nunca quise olvidarte pero ya va haciendo falta atarme a lo alto de otra espalda, ver cosas bonitas sin sentir nostalgia.


Y, si alguien consigue que sonría, 
entonces,
estaré (otra vez) perdida.




lunes, 20 de junio de 2016

4 x 3 = f e l i c i d a d

Mis impulsos nunca fallan
pero a veces no aciertan
quizá por seguirlos a ciegas
haya perdido la cabeza

Puede que no te dieras cuenta
a veces ni mi madre se entera
que cuando sueño despierta
se me quita la cara seria


No es por ti, es por cualquiera
sonrío por cualquier cicatriz
siempre que me venga a la memoria
algún recuerdo feliz




viernes, 10 de junio de 2016

Lecciones en forma de cicatrices

Siempre fui de romper promesas
de esas que sólo cumplen las princesas
(bueno, quizá ni ellas)
Me gusta llevar siempre la contraria
no seguir nunca las reglas
tener sueños cuando estoy despierta
y repetir pesadillas
 antes de que amanezca.
No aprendo al tropezar con piedras
ni siquiera a la tercera.
Y por eso, están llenas
 de cicatrices mis piernas
y todas son bellas
lecciones a veces pasajeras
pero las hay que se hicieron eternas.
Gracias a determinadas personas
ahora me encantan las malas hierbas.

viernes, 20 de mayo de 2016

Quiero ser todo arte, música, baile

Escapar, salir corriendo, perderme, encontrarme,
encontrarte en nuestro lugar secreto, en nuestro refugio. 
Contarte y que me cuentes, 
tus miedos, tus pesadillas, tus locuras. 
Gritar hasta quedarnos sin voz,
correr hasta que nos fallen las piernas. 
Quiero ser actriz, cantante, pintora,
quiero ser todo arte (contigo), 
fundirnos en una puesta de sol, 
y en un amanecer, bajo la lluvia, sobre el mar. 
Quiero perderme, que nadie sepa dónde estoy, 
a dónde vamos, ni siquiera tú, ni siquiera yo. 
Huir del mundo de cemento, del tráfico de la ciudad, 
de las normas, de las obligaciones, de los horarios,...
y vivir, 
vivir mil aventuras e incluso alguna más. 
Sonreír a los problemas y no buscar solución,
los fallos son bonitos y sino, pues los pinto.
Cantar y que llueva, bailar y caernos,
 fallar y reírnos, tocar y sentirnos. 
Quiero ser todo música (contigo), 
fundirnos en un vals entre las nubes 
mientras un arcoiris toma forma, 
ser como el sol y la lluvia y dar color a la vida. 
Volar sin rumbo hacia nunca jamás, sin parar ni a repostar.
 Quiero sentir. Sentir mucho.
 Y reír. Reír mucho.
Quiero vivir, ser arte, ser música, ser algo mágico, lo que sea,  
pero serlo contigo.

jueves, 5 de mayo de 2016

Perdida en algún lugar

Tengo la manía de escapar a sitios altos 
cuando necesito desconectar,
como si la altura y todo eso
me hicieran olvidar.


Conozco mil y un rinconcitos
en los que he intentado escapar,
escuchando la lluvia, sonidos
que la naturaleza intenta crear.


Por eso cuando subo a las alturas
sólo consigo pensar,
¿está bien lo que hago?
¿a dónde me llevará?


Huir del agobio, los problemas
sólo necesito pensar,
pensarme mucho a mí misma
para volver a empezar.


Los lugares a los que escapo
de magia se suelen llenar,
se vuelven por un momento míos
y yo me intento camuflar.


Ríos, playas, miradores,
pueblos perdidos de la ciudad.
Lugares mágicos como yo los llamo
que esperando a que los conquiste están.

sábado, 23 de abril de 2016

Mundo, lo que nos sobraba

Mundo, lo que nos sobraba
Sólo pido más, besos en la almohada
Volar sobre las nubes era fácil, cuando te encontraba
Sentir, sólo pedía eso, y no me faltaba
Nunca nos entendieron, nos necesitaban
Envidia nos tenían, cuando nos cruzaban

Lo único que sobraba era el mundo
Tú y yo, suficientes para tener uno
Como vagabundos en busca de besos
De esos que quitan el hambre, nunca son excesos
Igual que gobernantes que pasan del resto

Siempre soñé en grande, siempre con esto

Aventuras fugaces, , era esto
Locuras compartidas, también tienen hueco
Besos, abrazos, un poco de secreto
Las mejores cosas surgen del deseo
Y eso nos sobraba, igual que el resto
La ropa en el suelo, tu cuerpo
Brillante como un fugaz destello

Que ganas tenía de comerte a besos

Maravilloso el secreto que une nuestros cuerpos
Mundo, lo que nos sobraba
Qué sabrá él de esto












domingo, 17 de abril de 2016

Un par de cartas de despedida

Por mí cogería un avión mañana hacia ningún lugar, me iría sin avisar a empezar de cero en otro ciudad. 
Lo único que dejaría sería un par de cartas a tres o cuatro personas diciendo que necesitaba tiempo, que me voy, que estoy bien y que, algún día, volveré.

Sólo hay un problema que no deja cerrar mi maleta: 
tengo miedo, sí, miedo es la palabra. Estoy atada... responsabilidades, luchas, deberes... por suerte o por desgracia tengo una vida medio formada en algún lugar y sé que si me voy me remordería la conciencia pensando en cómo estarán aquellos a los que dejé sin avisar, cobardemente, para huir.

Ojalá no tener miedo, estar lo suficientemente cansada para salir corriendo.
Quizás algún día junte el valor necesario para cometer la locura más dulce que jamás pensé.
Quizás algún día todo lo que quede de mí en algún lugar sean unas cuantas cartas y un:
 "tarde o temprano, volveré"

(Cuando llegue ese día si quieres búscame, ya sabes, 
andaré por ahí, con rumbo hacia ninguna parte)