viernes, 3 de enero de 2020

Querido 2020, ánimo, tú puedes

Algo ha cambiado.
Yo era de años impares, pero, querido 2019, no has estado a la altura de tus iguales.
Por eso, ahora, te prendo fuego como tú me lo prendiste a mí.

Empezaste fuerte, avivando la llama, haciéndome creer que ibas a ser maravilloso.
Te tenía ganas.
Pero te has quedado en brasas y ahora ni siquiera das calor.
Fuiste un espejismo.
Un "todo va bien" cuando no.
Sin embargo, y a pesar de todo... he de darte las gracias.

He cambiado, madurado, me he arriesgado y he dado pasos de gigante.
Me he acercado al YO que quiero ser algún día.
En realidad no ha sido gracias a ti.
Has sido egoísta.
Y, ahora, me toca serlo a mí.

Quizás te cogí con demasiadas ganas, esperando demasiado de ti,
te puse un reto que te quedaba grande.
Por eso... lo siento.

Pero también he de decirte todo lo bueno que has tenido:
Has sido un año de lucha en las calles,
de cambios sociales,
de acercarme a mis padres,
de viajes y canciones interminables,
de tatuajes y de detalles,
de calma y de aprender a calmarme.

Poniéndote en una balanza... simplemente creo que mi listón estaba muy alto.

Me has hecho perder a gente importante de formas irreparables,
he mirado a la muerte fijamente
y he secado 7 rosas para reírme de ella
guardándolas para siempre.
Me he tragado el orgullo un par de veces,
han intentado romperme.

He pedido perdón y he sabido perdonarme.
He encontrado mi sitio y me he sentido perdida.
He dado lo mejor y lo peor de mí misma.
He dejado de pensar que me juzgan por la calle.
He olvidado el "qué dirán" y simplemente me he dejado llevar
como un barco a la deriva en un día de temporal.

He conocido a gente impresionante.
He vuelto a hacer cosas que tenía abandonadas.
Me he dejado la voz en conciertos y en las calles.
He visitado lugares a los que nunca imaginé llegar.

He sido más YO que nunca y he seguido aprendiendo de mí misma.
Mí, yo, conmigo.

Querido 2019, ahora que ya sólo te quedan cenizas... 
te prendo fuego.
Quizás, sólo quizás y para que te sirva de consuelo...
solamente es que el 2018 supo cómo enamorarme.

A ti, 2020, no voy a retarte,
sólo quiero empujarte a que me des un empujón grande.
Quiero y necesito volver a encontrarme,
(de)construirme desde los cimientos,
no dejar que nadie intente derrumbarme.

Vas a ser un año difícil, lo sé. Tranquilo, no pasa nada, no voy a odiarte,
Serás, seguro, un año de orden como lo es tu nombre.

No tengo lista de deseos salvo los que tu predecesor no dejó que se cumplieran.
Sácame de la corriente, déjame conocerme.
Dame fuerzas cuando no las tenga, es la recta final.
No dejes que en las calles se deje de luchar.
No me dejes perder a nadie importante.
Sigue haciéndome disfrutar de los pequeños detalles,
de las canciones infinitas,
de mis padres,
de los bajones emocionales,
del silencio,
del frío del invierno.
Sigue haciendo que me levante con ilusión cada mañana
con ganas de gritarle al mundo retándole.
Déjame cuidarme.

Algo ha cambiado y quiero que sigas cambiándolo.

Eres un par y, en otras circunstancias no te desearía nada,
pero tu nombre me enloquece como las lunas de Júpiter en una fría noche de Noviembre.

2020, quiero conocerte.



Querida yo dentro de un año:

Espero que no hayas dejado que te hagan daño,
que no te hayas permitido caer
y, que si lo has hecho,
te hayas levantado de un salto.
Que sigas corriendo con ilusión.
Queda poco.
Esto llega a su fin.

Se acaba una década y este próximo año que ya comienza es un año de cambio.
De EL CAMBIO.
Nueva etapa, nuevos comienzos, nueva vida, seguramente nueva ciudad.

Pero por favor, sigue siendo tú misma. Ese tú misma que te encanta. El que te vuelve loca.

Espero que hayas disfrutado del camino y que hayas recordado que los grises también tienen matices.

Ojalá no hayas perdido a nadie y te hayas rodeado de personas irreemplazables.
Ojalá todo haya seguido cambiando y hayas encontrado tu sitio, tu hogar dentro de ti misma.
Espero que hayas seguido riéndote de los pares.

Ojalá 2020 haya sido un año de orden, sin mucho caos.

No te preocupes por no haber viajado,
tendrás tiempo.
Lo estás haciendo por un sueño.

Ojalá tengas una maleta cargada de nuevos retos para esta década,
hayas cumplido deseos,
hayas vuelto a escribir
y seas un poco más feliz.

Ha sido duro pero merecerá la pena.
En serio.
Queda poco.

Pasase lo que pasase este 2020... espero que te sigas queriendo, mírate al espejo.
Espero que el dolor no haya tenido hueco y que nunca te hayas quedado en silencio.
No guardes nada dentro,
aún estás a tiempo de descolgar el teléfono.

Pasase lo que pasase este 2020... te quiero.
Y espero que tú, lo sigas haciendo.